El cómo mi ''yo'' y mi ''otro yo'' conviven en una armonía, a veces no muy pacífica.
Aquí es cuando aparezco yo, presa de mis miedos. Siempre protegida por mi espíritu del bosque, siempre aferrado a mí para que no me caiga cuando cedo. Ya lo decía Hayao Miyazaki: 'Me gusta la expresión "posibilidades perdidas". (...) Existir aquí, ahora, significa perder la posibilidad de ser otras innumerables personalidades potenciales'.
Y ahora es cuando aparece mi querido otro yo, siempre tan oportuno, siempre dispuesto a echar un cable. Tan colorido y optimista como de costumbre, cómo no.
En este caso, mi otro yo ha decidido ser un lienzo: lienzo de arte, lienzo de historias, lienzo de miedos.
MIEDO. Esa palabra tan dichosa que nos aterra más que nuestros propios miedos. Miedo a fracasar, miedo a caer. Los miedos no se pueden ser superados; bueno, quizá sí, pero este no es el caso. Pero sí se puede convivir con ellos. No es casualidad la imagen de una ballena con sus dos lunas en dicha composición: la representación de estos elementos es, ni más ni menos, dos de mis mayores demonios: hidrofobia, espaciofobia. Pero no por ello iba a tener únicamente un significado malo.
Tampoco es casualidad el por qué una ballena y dos lunas para representar esos miedos. Tiene su parte buena: la obra original pertenece a
Mario Duplantier, batería de la banda francesa Gojira, además de pintor y fotógrafo en sus ratos libres. Concretamente, pertenece a uno de los discos de la banda,
From Mars to Sirius, y más aún, una canción:
Flying Whales.
El cómo el arte espanta a mis monstruos y los aleja de mi utopía.
Over the winds, they dwell in light. Fly.