En este autorretrato opté por fotografiar mi espalda. Posee
un significado bastante simbólico ya que todo lo que nos pasa lo dejamos detrás
nuestra y, es como no, una de las bases del cuerpo humano.
Para mí, esta foto dota de una importancia especial, ya que
la apariencia musculada supone un entrenamiento diario basado principalmente en la disciplina
y en el esfuerzo. Cosa que a muchos les faltan o no entienden.
El color y la iluminación de la toma está notablemente
contrastada entre sombras y luces, aportando así otro significado más entre el esfuerzo
y los resultados obtenidos. El tono cálido también refuerza esta última
característica, el éxito.
A lo referente al encuadre y a la composición, decir que la
colocación de los brazos no fué fruto del azar, sino que con esta pose consigo que
la imagen sea más dinámica. Podemos ver como se forma una “S” entre: cabeza-brazos-espalda-codo-mano. Otro punto que le aporta un extra dinámico son las curvas de los propios músculos que constrastan también con la vertical de la columna.
Al mismo tiempo, es una composición con una simetría
variable, ya que cada brazo está en una postura diferente, aportándole así una
mayor belleza a la imagen.
2 comentarios:
BUF, ESTA VEZ TE HAS SUPERADO ES FANTASTICA.
Buena idea, porque un autorretrato en el que el protagonista da la espalda al objetivo es, sin duda, un autorretrato distinto, e interesante iluminación. Me gusta también el procesado, aunque se notan los halos en algunas partes de la composición.
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