Desde un primer momento pensé en un cuerpo mutilado para este reto. Pese a ser consciente del gran impacto visual que ese tipo de documento fotográfico puede provocar en el espectador, Diego, un amigo que perdió sus dos piernas en un accidente laboral era un motivo ideal y estaba dispuesto a colaborar. Al final un paseo por el campo me hizo cambiar de opinión y opté por esta "mutilación descafeinada", y digo así, porque esta animalito regenerará sin mayor problema ( y con el tiempo necesario, claro está) la parte mutilada de su cuerpo, perdida seguramente en una de sus batallas cotidianas.
Técnicamente mi única preocupación era conseguir la profundidad de campo apropiada para poder apreciar con claridad toda la anatomía del animal e incluso imaginar la ausente. Lo demás no tenía interés alguno para este reto, y creo que lo hemos conseguido...
1 comentario:
Al igual que en la anterior: cuidas mucho el enfoque de las imágenes, algo que al realizar este tipo de instantáneas, con protagonistas tan diminutos, es fundamental. Muy bien!
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